capítulo doce.

486 28 2
                                        

Mayo 2020

Megan

Desde el día que hablamos con los chicos las cosas habían cambiado mucho. Después de esa charla tuve la oportunidad hablar con el grupo completo, lo que trajo a mí un alivio tan grande que no existen palabras para describir la sensación de tranquilidad que reinaba en mi ser.

La posibilidad de que las cosas vuelvan a lo de antes me llenaba de felicidad, me gustaba mucho su amistad y, en verdad, los necesitaba. Me encontraba lejos de mi familia y a veces esta bueno estar acompañado.

En unos días son los premios Gardel. Valen va a formar parte de una presentación o algo así me había comentado. Estuvimos buscando bastante la ropa porque no se decidía por nada. Terminamos por elegir una polerita lila (él me sigue discutiendo que es rosa) y un pantalón negro tranqui, no se iba a vestir muy elegante va en contra de lo que es él. Tenía que cortarse el pelo e iba a estar perfecto.

Por el estudio las cosas iban tranquilas, pase de ser parte de escenografía a hacer un poco de todo y me encantaba, porque constantemente me mantenía ocupada y no tenía tiempo para pensar en cosas innecesarias.

Ahora estaba haciendo unos papeles y organizando cosas en la oficina de Javier, pasaba la mayor parte del tiempo ahí, sola.

Me encontraba sumida en mis pensamientos, buscando todos los medios para resolver los problemas que tenía a cargo. En eso sentí la puerta abrirse, no levanté la vista porque supuse que era Javier, pero me equivoque. Era Valen, este último mes había estado muy cerca mío, y si bien no me jodia, es más me gustaba, a veces tenía miedo que él se estuviese confundiendo porque Wawa me había comentado que él seguía sintiendo cosas por mí. Si bien yo también tenía sentimientos hacia Valentín, no me encontraba segura como para adentrarme en una relación.

– ¡Hola! – susurró con un dejo de entusiasmo.

– Hola Valu – dije de la misma manera mientras seguía con la mirada sus movimientos.

– ¿Cómo estás? – me preguntó.

– Bien, un poco cansada, ¿vos? – lo mire.

–Biennnnn – pauso – Vine a preguntarte algo – dijo inquieto.

Lo miré. – ¿Qué paso? – dije con curiosidad.

– Te quería invitar a Mendoza conmigo, va con el equipo – dijo despacito.

– ¿Te parece que soy esencial para ir? – dije con diversión.

– Yo digo que si –busco mi mirada – dale, deci que siiiiii – se me acerco para tomarme de las manos y jugar con ellas.

– No se Valen, estoy con mucho trabajo acá. Además, me parece que no da – le seguí el juego.

– Siempre me decís que no Meg – dijo cabizbajo con un tono apenado.

–Bueno, déjame pensarlo – levante su mentón. Me dio un beso en la mejilla.

– Tomatelo como unos días de vacaciones – esta vez me regalo una sonrisa.

Se quedó una rato más conmigo intentando convencerme. Me agradaba pasar tiempo con él, pero también me daba un poco de susto, porque la verdad tenía miedo de volver a estar en una relación. También, me asustaba la idea de volverlo a lastimar.

Por fin había terminado mi día de trabajo, estaba arreglando las ultimas cosas para irme y en eso me llego un mensaje de Tobo, me estaba invitando a cenar a su casa. Su mamá quería verme.

La verdad solo quería irme a descansar, había llegado al estudio a las 08:00 am, eran las 20:00pm y yo todavía no había llegado a mi departamento.

Me disculpe con él y le pregunte si podíamos dejarlo para otro día, dijo que no había problema, que me entendía.

Caminé hasta el edificio donde vivía, necesitaba tomar un poco de aire y meditar sobre el viaje. Cuando me estaba aproximando a la puerta, lo vi. Estaba Valentín, con un cigarrillo entre sus labios, apoyado en una de las paredes que formaban parte de la infraestructura del lugar.

– Epa, de nuevos vosss – le dije en broma.

– Si, de nuevo yo – sonrió.

– ¿Qué es lo que lo trae por aquí señor? – le pregunté mientras le daba el paso para que entrase al lugar.

– Quería invitarte a cenar – dijo pícaro.

– ¡Uy! Que tentadora que es tu propuesta – subimos al ascensor – acepto si cenamos acá, estoy agotada.

– Me parece excelente – me miro. – ¿Después miramos una peli?

– Claro que sí, pero si me duermo no te enojes.

– Nunca.

Cenamos entre juegos y risas, estar con él me alejaba del mundo. Siempre me sentía feliz si lo tenía cerquita.

Valentín

Cada vez que podía me acercaba un poquito más Megan, quería recuperarla. No iba a parar hasta volver a estar con ella, realmente nunca deje de amarla.

Estábamos en su casa tranquilos cenando, en su cara se dibujaba una hermosa sonrisa que me llenaba cada parte de mi ser. Quería estar así, siempre. Con ella me sentía completo. El famoso efecto ingles que habíamos inventado con Tobo en 2015.

– ¿Qué peli miramos? – me dijo mientras levantábamos la mesa.

–No sé, una tranqui – dije ayudándola.

–Da, no seas cagon, miremos una de terror – impuso.

– ¡Callate! Si sos vos la que no te la bancas después y me decis "ay Valen abrazame" – dije recordando cuando mirábamos películas juntos años atrás.

– Ya no me dan miedo – arrugo su nariz.

– Bueno, eso lo vamos a ver después – la desafié.

Después de ordenar todo lo que habíamos ensuciado nos dispusimos a buscar una película. Ella trajo una manta para que compartamos porque el día estaba un poco frio. También, trajo chocolates para gulear. Nos fuimos al sillón, ella se puso a mi lado. Es tan hermosa.

De apoco se fue quedando dormida y yo junto con ella. ¿Habíamos vuelto al 2015 y yo no me había dado cuenta?













Hola bebas, esta cortito, lo se. Estoy un poco trabada. Mañana voy a intentar subir otro, porque voy a estar un poco desaparecida por la facu. Buena nada, eso. Un besito, espero que les guste <3.

El efecto inglés;  wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora