Capítulo 1

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La residencia de los Woods en el pequeño pueblo de Dartford había estado sumida un caos total durante esos últimos días, tal y como solía pasar todos los años, los días previos a que Lexa tuviese que volver a la escuela Hogwarts de magia y hechicería. Aunque esta vez era diferente. Era el último curso, y, por consiguiente, el último año en que esas semanas serían un ir y venir a Londres, a comprar todo el material necesario para el nuevo curso en el callejón Diagón, y la última vez que experimentaría esos nervios y esas ganas de volver a aquel castillo que se había convertido en su segundo hogar, sobre todo en el último curso que había pasado allí.

Una semana más, solo siete días más. Ese era el mantra que Lexa se repetía una y otra vez en su cabeza, incapaz de aguantar ya más tiempo sin ver a Clarke. No había vuelto a saber nada de ella desde que fue a verla hacía ya un par de semanas, y tenía que reconocer que, pese a notar que Clarke la quería tanto como ella a la rubia, hubo algo agridulce en aquella última despedida, no podría decir el qué, pero su novia tenía un ápice de tristeza dibujado en sus preciosos ojos azules, y que había creado un nudo en la garganta de Lexa desde el día que se despidieron.

Sabía que ese era su último y más importante año en Hogwarts, antes de empezar a seguir los pasos de su tía hasta convertirse en aurora, y quizá debía centrarse en las asignaturas y todo lo que tenía por delante, pero es que su mente volaba sola hasta aquellos momentos compartidos con su chica, y, si echaba la vista atrás, aún le sorprendía cómo había cambiado todo entre ellas en tan poco tiempo, después de haber pasado cinco años pensando que Clarke Griffin la odiaba, y qué equivocada estaba.

Estaba desayunando tranquilamente junto a su padre como hacían cada mañana cuando estaba en casa, y le daba un poco de pena porque podía notar que el hombre estaba algo triste sabiendo que en pocos días ella volvería a irse. Así que, durante esas últimas tardes, cuando terminaba de hacer los recados que tuviera, intentaba pasar más tiempo con él, y le acompañaba todos los días a vender helados, porque, además, le encantaba, y desde la primera vez que Clarke fue a verla, aquella furgoneta tenía un significado especial para ella. Un ruido en la ventana hizo que levantase la vista, percatándose de la lechuza que acababa de apoyarse en el alfeizar de esta, y después de darle un último sorbo a su zumo de naranja, se levantó para recoger el correo, con la esperanza de que fuese de su novia.

Casi se le salió el corazón del pecho cuando distinguió su caligrafía escrita en un sobre de color blanco amarillento, y la sonrisa en su rostro fue inminente. Justo cuando más necesitaba saber de ella. Si es que parecía que su chica le leía la mente, incluso a tantos kilómetros de distancia. Se disculpó con su padre y se dirigió a su cuarto para tener algo de intimidad y leer la carta. De verdad, podrían haber pasado ya bastantes meses desde que estaban juntas, pero esa anticipación que aparecía en ella con cualquier cosa relacionada con Clarke no se iba ni lo más mínimo. Se sentó en la silla que había frente al escritorio en su habitación mientras abría el sobre, y contuvo la respiración momentáneamente antes de comenzar a leer:

Hola, preciosa.

Ya ves, una carta más antes de finalizar el verano y que empiece el nuevo curso en Hogwarts. Estoy segura de que estás como loca por empezar las clases de nuevo y volver a estudiar a todas horas como la ratita de biblioteca que eres. Y, por increíble que parezca, es una de las cosas que más me encantan de ti. Lo lista y lo aplicada que eres, y cómo te apasiona todo lo que aprendes.

Quería darte las gracias antes de que terminen las vacaciones. Gracias por haberme dejado entrar en tu vida después de tanto tiempo haciéndote daño. Sé que jamás me he merecido nada de tu parte, y, sin embargo, me lo has dado todo. Eres la mejor persona que he conocido jamás, Lex, y no sabes la suerte que tengo de haber podido compartir contigo momentos tan increíbles. No podría olvidar jamás nuestro primer beso, o la primera vez que me sonreíste las pasadas navidades. No sabes lo especial que me has hecho sentir cuando sé que simplemente soy una Slytherin que no se merece nada.

The Reckless and the Brave (II). I will follow you into the dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora