Mine

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"¿Cupcake?" pregunta Carmilla sorprendida deteniendo sus manos enredadas en una blanca toalla que se encuentran secando su húmeda cabellera negra cuando sale del baño de la habitación.

La rubia se queda estupefacta ante la presencia de su esposa.

Aunque en lo que más se enfoca su mente es en la imponente y hermosa figura de la mujer en ropa interior que se encuentra deteniendo la puerta principal del cuarto de hotel, el cuarto de hotel de su esposa.

3 meses antes...

La rutina en la casa Karnstein-Hollis se ha asentado después de unos años; no que eso signifique algo malo para las habitantes de la misma; por el contrario, cada una de ellas se encuentra feliz de vivir bajo la cálida constancia que las actividades diarias les brinda.

Las niñas han crecido algunos centímetros, pero mucho más su relación fraternal y sus madres disfrutan de cada momento que tienen en familia.

Como si fuese un guión escrito, Laura y Carmilla comparten las actividades diarias en casa; aunque sus vidas laborales siguen siendo de gran importancia para ambas. Una de las cosas que la pareja siempre se ha prometido mutuamente es en no dejar que ninguno de los dos ámbitos se interponga en el camino del otro; y como siempre, cada que alguna de ellas logra un cometido en su trabajo, la otra no hace más que confirmarle su orgullo y apoyo para que sigan creciendo juntas.

Laura no tiene queja alguna del gran soporte que ha sido Carmilla para su vida; en todos los sentidos, quedándose en casa cuando sus hijas le necesitan, llevándolas a las actividades extra escolares cuando la rubia tiene que quedarse más horas en el canal, incluso hacerle compañía leyendo en silencio mientras Laura golpea como loca las teclas de su laptop mientras estructura su próxima nota para el noticiario. La pelinegra está ahí siempre, a cada paso que ha dado en su carrera, en los malos como cuando la periodista tuvo que soportar algunos embates contra su figura pública de parte de una de las compañías más importantes del país simplemente porque había expuesto sus malas prácticas laborales contra niños de un país de Asía; pero también en los más reconfortantes como aquella bella noche en que Laura fue galardonada con el premio más prestigiado de la nación para los periodistas. La rubia no pudo dejar fuera a su familia dentro de su discurso de aceptación y más de la mitad del mismo se enfocó en el gran apoyo que su esposa había sido durante tantos años juntas. El momento fue tan emotivo que ambas terminaron llorando en pleno discurso y en unas horas la grabación del mismo se convirtió en viral por la red.

Si alguien le preguntara a Carmilla, la pelinegra no podría decir que las acciones de su esposa fuesen diferentes. Laura muchas veces había tenido que soportar sus ocasionales faltas a casa por quedarse en la agencia de publicidad trabajando largas jordanas de trabajo. La publicista creía firmemente en que su esposa poseía poderes mágicos cuando a la mañana siguiente, la rubia se aparecía de la nada con un enorme vaso de papel conteniendo el café favorito de Carmilla y una torre de pancakes de la cafetería de Melanippe. Ahora sus favoritos gracias a la cantidad de veces que la rubia se los había hecho comer.

Pero ahora Carmilla necesita del apoyo de su esposa más que nunca, la agencia atraviesa por una etapa de expansión internacional; con otras dos oficinas en ciudades del país y una más en Londres por abrirse en unos meses. El profesionalismo del equipo central de la agencia ha llamado la atención de grandes marcas, inclusive marcas internacionales y los tiempos de la pelinegra se han ajustado aún más.

Carmilla entra a la habitación que comparte con su esposa y no puede evitar mirar con adoración al cupcake que se encuentra durmiendo en la cama. Un libro entre sus manos que cae por encima de su pecho y los lentes mal puestos en su rostro le hacen saber que su esposa se ha quedado dormida esperándola; otra vez. La pelinegra no puede evitar sentir algo de culpa, esa noche se suponía que regresaría temprano a casa para su 'cita semanal'; no es que la pareja tenga que abandonar la casa para pasar tiempo juntas, pero siempre encuentran un espacio entre sus atareadas agendas para platicar y, por las quejas de sus hijas a la mañana siguiente, hacer mucho más que sólo intercambiar palabras; pero esta noche Carmilla ha tenido que quedarse a atender una llamada importante, Dominique Lacroix, modelo y ahora diseñadora, la diseñadora emergente más importante de Europa como la han denominado los expertos, ha confiado su nueva línea a la agencia. A pesar de que la primera idea de la publicista es llegar a casa para contarle todo a su esposa, el ver que la rubia se ha quedado esperando le decepciona un poco; pero piensa que ya habrá tiempo de compartir su emoción con su esposa al día siguiente.

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