Un estruendo hizo que abriera los ojos de repente. Dos figuras entraron a mi habitación y corrieron a mi cama. Ambas comenzaron a saltar provocando que me sentara bruscamente y les mandara a callar. Maldije al frotar mis ojos con mis manos.
-¿Qué rayos sucede con ustedes?- les espete.- ¿Acaso están locas, dementes o faltas de oxigeno?
-Ves Lu, te lo dije. La estamos perdiendo.- dijo Jazz con fingida decepción.- Es necesario que tomemos manos en el asunto.
-Totalmente de acuerdo. Esta chica necesita una alta dosis de vida.
-¡¿Qué?!- grite indignada.- Soy una de las personas más jodidamente felices en esta tierra. ¡Mírenme soy un rayo de luz en este instante!
-¿Es sarcasmo lo que detecto ahí?- Jazz sonrió con burla. Sabiamente decidió saltar al suelo antes que yo la aventara de una patada.- Huh, Y agresiva también.
Ignore las risas y horrorosas carcajadas. Tome mi teléfono y vi la hora. Maldije con un vocabulario que hubiera hecho sentir a cualquier marino orgulloso.
-¿Qué hacen despiertas tan temprano?- pregunte.
-Uy, a nuestro rayito de alegría se le olvido.- dijo Lu.
Estaba planeando en devolver el par de amigas que me enviaron hace un par de años. Salieron defectuosas y no encuentro la garantía.
Rodé mis ojos. -Pues ilumíname.
-Dinos Sam, ¿Qué día es hoy?- Pregunto Jazz con un tono cantante.
-Viernes.
-Obvio tontita.- Lu tomo una de mis mejillas y la apretó. Aparte su mano con un golpe.- ¿Pero qué tiene de especial?
-¿No más clases?- Aventure. Ambas me miraron con un rostro sin expresión.- No soy buena adivinando y lo saben.- Levante el nudo de sabanas que tenía encima y Salí de la cama.
-¡Es día de San Valentín!- Gritaron ambas.
Puse una cara de disgusto. Detesto esta festividad. Es demasiado hipócrita y falsas si me lo preguntan.
-¿Y por esa estúpida razón me levantaron temprano?- Puse ambas manos en mis caderas.- Porque déjenme decirles que es estúpido. Las personas normales dormimos a esta hora.
-Número uno: No es estúpido. Numero dos: Tú eres una holgazana. Y Numero tres: Tú eres la persona menos normal que conozco.
Me tome un momento para pensar lo que dijo Jazz.
-Nope. Sigue siendo estúpido.
-Oh vamos amargada.- ¿Yo amargada? ¡Amargada!... Tal vez.- Mira el día de San Valentín como una oportunidad para encontrar tu media naranja.
-O medio limón, para el caso.- Apunto Jazz.
-Saben que salgan de mi habitación. No tolero que su presencia en este instante.
-Oh No Shephard.- Negó Lu con determinación.- no saldremos de esta habitación sin que tu lleves al menos algo rojo.
-Ugh. No. Buen intento. Adiós. Fuera.- Ambas se cruzaron de hombros. Gruñí.-Si no hay más remedio.- Ambas aplaudieron triunfales.- Son las peores amigas que existen.
-Gracias.- Dijeron ambas al unísono. Rodé mis ojos. Lo ven, son personas anormales, rotas y defectuosas.
Después de un rato mi habitación parecía haber sido escenario de un huracán.
-No.
-Pero se vería lindo en ti.- Jazz hizo un puchero. A veces podía parecer una niña caprichosa.
-Está en el rincón por una razón.-dije.- No. Me. Gusta.
-Bien. Te recuerdo que estas poniendo esto cada vez más difícil.
-¿Por qué no puedo ir de negro... como mi alma?
-No seas absurda. Iremos de rojo para recordarles a los demás lo bello que es el amor y la amistad.- Dijo Lu. Me enseño su teléfono.- Es una tendencia en twitter e Instagram
-Jazz va de negro.
-¿Estás loca? El vestido es negro. Todo lo demás es rojo.
Era cierto Jazz llevaba zapatos rojos, accesorios rojos y una chaqueta roja. Incluso Lu había cambiado sus anteojos habituales por unos rojos.
-Tengo una idea. –Dije.- Que les parece si uso mis pantalones negros.- Tome una camiseta roja de la montaña.- Esta camisa y mis converse rojos. Estaría apoyando su estúpida causa.
Amabas me miraron indecisas. Lu asintió.
-Al menos tu camiseta dice "Amor y Paz"
Cuando bajamos, mi madre nos tenía preparado el desayuno. El cual consistía en waffles en forma de corazón. Que por cierto eran absurdamente rojos.
¿Enserio?
-Buenos días.- dijo mi mama con entusiasmo.- ¡Feliz Día de San Valentín!
-¡Yay! Otro día mortalmente igual que los demás. –dije.
-Solecito. Arriba esos ánimos. ¿Puede que este año sea diferente?- canturreo la última línea. Enarque una ceja ¿Y eso de que iba?
Lu chillo al ver el desayuno.- Abhy, déjame tomarte una fotografía. Esto definitivamente lo tiene que ver el mundo.- Mamá poso con Lu y Jazz. Lu me tomo una fotografía. La cual aseguraba estaba falta de espíritu amoroso.
-No seas aguafiestas. ¡Alégrate por una vez en tu vida mujer!
-No puedo. Ustedes me lo impiden.- Metí un pedazo de waffles en mi boca. Al menos esto era algo bueno en este día.
-Ya verás que este año no pasaras San Valentín, sola.
-¡¿Qué?! Eso jamás me ha preocupado antes.- Lu asintió y comenzó a acariciarme el cabello con una mirada triste acompañada de un "lo sabemos linda, lo sabemos". Hice sus manos a un lado. Al parecer un bicho raro les había picado esta mañana. No había duda.
Al terminar el desayuno mis amigas revoloteaban por mi casa. ¿Por qué? Ni idea. Yo aún no comprendía la necesidad de venir a traerme a casa. Es absurdo.
Tome mi skateboard. Jazz me arrebato mi medio de transporte y negó con su cabeza.
-Iremos juntas. Los padres de Lu mandaron su chofer.
-Si insistes. Pero no te aseguro el regreso.
-Ya lo veremos.- murmuro más para ella misma.
Ambas se despidieron y lo hice también. Cuando salimos una camioneta "Lexus" nos esperaba afuera. El chofer, como Jazz había dicho, era familiar. La sonrisa silenciosa de Harrison me dio un muy grato saludo. Era un hombre de pocas palabras.
-Recibí tu mensaje Jazz.- Me gire para ver a Ally. Traía su mochila colgando de un hombro. Ella vestía una blusa negra y falda roja. Para mi desgracia otra que adoraba esta festividad.
Le di un asentimiento en forma de saludo. Ella sonrió gentilmente y subió al auto. Así como las demás. Cuando ya estábamos en marcha y dejamos mi vecindario atrás, curiosidad reflejaba mi rostro.